lunes, 23 de mayo de 2011

Toda una vida esperando esto...

Toda una vida esperando esto... con esa frase Ramón empezó a hablar delante de miles de personas. Había gente de todas las edades, nacionalidades y creencias, pero todos escuchaban atentos a este ciudadano anónimo, que a sus 60 años se emocionaba viendo nacer esta revolución.



Hace años eran nuestros padres los que tomaban las calles. Querían libertad de expresión, democracia y un país mejor para sus hijos. Conquistaron unos derechos que sin saber cómo ni cuándo hemos perdido. Ahora lo importante es luchar para recuperarlos.

¿Cuántas veces nos han dicho que lo hemos tenido todo muy fácil? Es cierto que hemos podido estudiar, vestir ropa nueva, ir a la Universidad y hacer un master. Es verdad que tenemos portátiles ultraligeros, teléfonos de última generación y libros electrónicos. Pero nos falta futuro, nos falta respeto y hasta ahora nos faltaba coraje.
Hemos pasado mucho tiempo ahogados, reprimidos, cabreados y sobre todo callados, pero desde otro rincón del mundo nos han llegado gritos de indignación que nos han ayudando a despertar.
A menudo se nos olvida el poder que tenemos, se nos olvida que somos más y mejores, que sólo nosotros podemos provocar el cambio que tanto necesitamos, un cambio radical y real, pero se ha terminado el silencio y las cabezas gachas, porque vamos a seguir luchando por aquello que Ramón lleva toda una vida esperando.

lunes, 2 de mayo de 2011

¿Otra vez lentejas?

- Mamá ¿Qué hay de comer?

- Lentejas

- ¡¿Otra vez lentejas?!

- ¡¿Para eso llevo yo toda la mañana metida en la cocina?!

- Joeee mamá

- ¡Ni joee ni joaa!

Hace poco, paseando por un bonito parque en Inglaterra, vi a una niña de unos cuatro años llorando. Se había caido jugando y acudía desconsolada a los brazos de su madre, que la esperaba agachada y seria. Mientras cogía a su hija en brazos escuché como le decía: I told you (te lo dije). No pude evitar sonreir al descubrir en otro idioma una de esas frases que tanto he escuchado en mi infancia. Personalmente creo que desde el momento en el que una mujer se convierte en madre algo importantísimo cambia para siempre. Su vocabulario se vé enriquecido de numerosos recursos que posiblemente se repitan en todos los países del mundo.

Una de las grandes preocupaciones de las madres es la comida. Su único objetivo es que nos alimentemos y para conseguirlo no les tiembla el pulso al manipularnos desde nuestra más tierna infancia.

- Si no te lo comes todo, los patitos de la Alameda se van a poner tristes.
En mi caso eran los patitos de la Alameda, pero esta frase cambia dependiendo de los gustos e intereses del niño. Mi madre sabía que esos patos significaban mucho para mi y usaba la extorsión para que dejara limpio mi plato.

- Cometelo todo que hay niños que se mueren de hambre en el mundo.
Esta frase es muy dura, terriblemente cierta y pero casi nunca es eficaz. Que yo me atraque de comida tampoco va a cambiar las cosas.
- ¿Has comido ya? Nunca serás lo suficientemente mayor para que tu madre deje de preocuparse por tu alimentación. Dá igual que tengas 20, 40 o 60 años, tu madre siempre querrá saber si has comido bien.
Feliz NO día de la madre, mamá.